Antes de pasar el Puente de Segovia por la Calle Bailén, nos desviamos para ver la bonita Plaza de la Paja, antes de girar las cabezas a la derecha, vemos de frente , la parte más alta de la Iglesia de San Miguel y casi sin darnos cuenta pasamos el Colegio de los Niños de San Ildefonso. ¿Os dieron suerte en Navidad?

La Plaza de la Paja fue una de las plazas más importantes de Madrid, de hecho fue el verdadero centro neurálgico de la capital ya que , se construyo antes que la actual Plaza Mayor (llamada Plaza de Arrabales por estar a las afueras de la ciudad), que una vez construida quitaría protagonismo desplazando la vida comercial de la Plaza de la Paja a la Plaza de Arrabales (Plaza Mayor).

Sin embargo, sin mercado, mantuvo su importancia y señorío gracias a que era una plaza donde vivieron multitud de nobles , los Lasso de Castilla, la familia Vargas (para quien trabajaba San Isidro). Su inclinación es debida a que por ese lugar pasa un arroyo y junto a la Iglesia de San Andrés , donde precisamente estuvo enterrado San Isidro hasta que lo beatificaron , se encuentra la importante Capilla del Obispo. Importante porque es el motivo que da nombre a la plaza y es que, era obligatorio hacer entregas de paja a los capellanes y cabildo de la capilla. Además del Palacio de los Vargas, también podréis encontrar los Jardines del Principe de Anglona.